¿Cómo descubrir la esencia de la vida cada día? ¿De qué manera comprender que estamos aquí para interpretarla, aprenderla y amarla? Incluso cuando nos sentimos perdidos, desalentados o agotados.
Nacho Duato solía decir: “Educar desde la sensibilidad”. Pero ¿Cómo y cuándo empezamos a vivir con ojos sensibles? Desde el momento en que nacemos, tenemos la capacidad de percibir los detalles sin filtros ni juicios. Vemos. Solo observamos para amar lo que percibimos o, en su defecto, para rechazar lo que no nos agrada.
Nacemos con cinco sentidos, y uno más, sutil y a menudo ignorado, que dejamos languidecer sin explorar su verdadera grandeza junto a los otros sentidos que nos acompañan desde el principio.
Nuestros sentidos nos hacen sentir vivos. Cuando están libres y expuestos, revelan la magia de la existencia, explorando cada rincón que nuestra percepción habitual no alcanza.
Hueles.
Ves.
Tocas.
Escuchas.
Saboreas.
“El arte es para quienes tienen la capacidad de la sensibilidad y perciben lo que de ordinario pasa desapercibido.” Así define la Real Academia Española el concepto de sexto sentido.
Estoy extasiado, triste, colérico, decepcionado… Estoy.
“¿Cómo estás tú hoy?” Yo estoy intensamente pletórica por todos los seres humanos creadores y autodidactas que dan sentido a la vida.
Los sentidos ordinarios nos permiten percibir el entorno exterior, mientras que el sexto sentido revela nuestro interior; es decir, cómo nos sentimos a partir de lo inexplicable, y cómo plasmamos esos sentimientos en nuestra vida de diversas maneras.
Para los científicos, el sexto sentido se llama propiocepción. No se refiere a hablar con ángeles o fantasmas, sino a la capacidad de percibir lo inexplicable.
Así, los bailarines necesitan una propiocepción afinada para crear belleza en el escenario. Los músicos despiertan emociones con su arte. Los pintores e ilustradores hacen que nuestras pupilas se dilaten y nuestro corazón sienta. Los oradores elocuentes capturan nuestra atención. Tocan nuestra alma y nuestras emociones. Los cineastas, con sus producciones cargadas de efectos, nos provocan explosiones de sentimiento.
Los artistas están en todas partes.
Un arquitecto es un artista, un ingeniero es un artista, un médico es un artista, un maestro es un artista, un publicista es un artista. Los animales son artistas, la naturaleza es artista, una familia que emigra es artística, quienes enfrentan una enfermedad son artistas. Todos en la vida somos artistas.
Algunos son más ciegos, sordos o mudos, sin serlo de verdad. Mientras que otros perciben todo desde la perspectiva de la sensibilidad y los sentidos en plenitud por el deseo de aprender y sentir.
El amor entre dos personas es un arte de emociones que nos permite experimentar la máxima expresión de los sentidos. Lo percibo y hasta lo escucho.
Aunque un anuncio publicitario de café recién hecho no te permita oler, tocar o degustarlo. En realidad el sonido y las imágenes del café preparándose te conecta con la creatividad asombrosa del creador de dicho anuncio, siendo posible despertar en ti una sensación de auténtica realidad de que realmente estas oliendo y sintiendo el sabor de ese café recién elaborado por las mañanas.
Por eso, los artistas están en todas partes, que hacen posible que tu vida la veas como un acto de constante creación.
Nota del Autor
Categoría: Relatos Cortos/ Ficción.
Explora la idea de que la vida misma es un acto de creación constante, donde cada ser humano es un artista, no solo aquellos que ejercen profesiones o disciplinas artísticas, sino todos los que interactúan con el mundo a través de sus sentidos y su conciencia interior.
Temas:
Esencia de vida/Conciencia interior/Sentidos/Emociones/ Creación/Ingenio/apertura consciente